El Perro de Pavlov

El Perro de Pavlov
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Explicación del Experimento y la Ley del Reflejo Condicional del Perro de Pavlov

El perro de Pavlov resultó ser uno de los experimentos más fundamentales de toda la psicología. Sus hallazgos sobre el reflejo condicional condujeron a una rama completamente nueva del estudio psicológico.

Iván Pavlov comenzó con la simple idea de que hay algunas cosas que un perro no necesita aprender. Específicamente en su estudio, observó que los perros no aprenden a salivar cuando ven comida.

Este reflejo está “cableado” en el perro. En lo que se convirtió en “términos conductistas”, esta es una respuesta incondicionada (una conexión de estímulo-respuesta que no requiere aprendizaje).

Pavlov señaló que hay respuestas incondicionadas en el animal al presentarle a un perro un plato de comida y luego medir sus secreciones salivales. En el experimento, Pavlov usó una campana como estímulo neutral (lo que significa que no provoca ninguna respuesta innata).

Cada vez que les daba de comer a sus perros, también hacía sonar una campanilla. Después de varias repeticiones de este procedimiento, probó la campana sola.

Lo que descubrió fue que la campana por sí sola ahora provocaba un aumento de la salivación. El perro había aprendido a asociar el cascabel y la comida y este aprendizaje creó un nuevo comportamiento, el perro salivaba al escuchar el cascabel.

Debido a que esta respuesta fue aprendida (o condicionada), se llama respuesta condicional. El estímulo neutro se ha convertido en un estímulo condicionado.

Esta teoría llegó a conocerse como condicionamiento clásico (más desarrollado por el experimentador y psicólogo John Watson) e implica aprender a asociar un estímulo incondicionado que ya provoca una respuesta particular (es decir, un reflejo) con un nuevo estímulo (condicionado), de modo que el nuevo estímulo provoca la misma respuesta.

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