El Poder del Sistema, el porque de la maldad
Philip Zimbardo revolucionó el mundo de la psicología con su peculiar forma de explicar como las personas “buenas” pueden volverse “malas”. En el poder del sistema Zimbardo reconoce que cualquier persona, cuando tiene que tomar una decisión, es influida por los alcances y límites de tres poderes: el personal, el situacional y el del sistema.
“Si hubiera escrito este libro poco después de acabar el experimento de la Cárcel de Stanford, me habría contentado con explicar que las fuerzas situacionales tienen más poder del que pensamos para conformar nuestra conducta en muchos contextos. Sin embargo, habría pasado por alto el poder aún mayor de crear el mal a partir del bien: el poder del sistema, ese complejo de fuerzas poderosas que crean la situación”
P. Zimbardo
La psicología social, según la perspectiva del investigador, ofrece pruebas fehacientes de que el poder de la situación puede más que el de la persona en algunos contextos.
El Juez Décimo Penal Wálter Villatoro, profesor de criminología en la universidad Rafael Landívar, ayuda a ejemplificar la teoría de Zimbardo. Durante su carrera ha juzgado a sujetos acusados de homicidios en estado de emoción violenta.
Esta situación produce una intensa conmoción del ánimo, que suele desordenar los comportamientos, que en un momento dado pueden ser impredecibles. La violencia se descarga con facilidad si la persona se siente agredida o presionada.
Este fue el caso de una mujer que mató a su pareja. ¿Era una mala persona? ¿Tenía algún antecedente criminal? No. Era una madre dedicada y amorosa, ama de casa; lo que podríamos llamar una buena persona.
De acuerdo con Villatoro, la reacción de esta mujer fue influida por los alcances y límites de su situación. “En un momento dado percibió que su vida y la de sus hijos corrían peligro”, explica.
Además, hubo fallos en el sistema que la condujeron a un callejón sin salida, como el incumplimiento de las órdenes de restricción de acercarse a ella y a los niños por parte de la persona que consideraba su agresor, tampoco obtuvo la pensión económica que solicitó y se sumó a esta cadena el débil sistema de prevención de violencia intrafamiliar, entre otros factores.
(Fuente: https://www.prensalibre.com/revista-d/el-porque-de-la-maldad/)