La Teoría de los Rasgos de la Personalidad de Allport
La Teoría de los Rasgos de la Personalidad de Allport supone la existencia de características estables en la estructura de la personalidad de los sujetos. Desde este punto de vista, la personalidad está formada por una jerarquía de rasgos estables que determinan, explican y, hasta cierto punto, permiten predecir el comportamiento individual.
Gordon Allport fue un estudioso estadounidense muy respetado e influyente en el campo de la psicología. Realizó importantes contribuciones a la psicología, entre las que destaca el desarrollo de sus ideas sobre los rasgos personales, que luego denominó disposiciones personales.
Allport fue uno de los primeros teóricos en acercarse al estudio del comportamiento humano desde la perspectiva del rasgo. Consideraba que la conducta humana respondía a la necesidad de conducirse de acuerdo a lo que denomina un funcionamiento propio o propium.
El proprium se formaría mediante el desarrollo de una serie de rasgos o disposiciones personales. Allport definió esta disposición como “una estructura neuropsíquica generalizada, que posee la capacidad de convertir a muchos estímulos en funcionalmente equivalentes, y de iniciar y guiar formas consistentes de conducta adaptativa y estilística”.
Los 3 tipos de rasgos
Dentro del proprium, se distinguen tres tipos de rasgos o disposiciones, en función de su grado de penetración e influencia en el comportamiento del individuo.
Los rasgos cardinales serían aquellos que están presentes en prácticamente todos los comportamientos. Cuando están presentes, los rasgos cardinales dan forma a la persona, al sentido que tiene de sí misma, a su composición emocional, a sus actitudes y a su comportamiento.
Las personas con tales personalidades pueden llegar a ser tan conocidas por estos rasgos que sus nombres a menudo están muy asociados a estas cualidades.
Los rasgos centrales serían los rasgos generales que caracterizan la personalidad, y suelen oscilar entre cinco y diez por cada persona. Estos incluyen rasgos como introvertido, honesto o tímido, y serían condicionantes principales en la mayoría de nuestros comportamientos.
Por último, los rasgos secundarios serían aquellas disposiciones menos generales que se manifiestan esporádicamente. A menudo aparecen solo en ciertas situaciones o bajo circunstancias específicas.
muy buen material de consulta