El Experimento Sobre Estar Cuerdo en Sitios de Locos
El psicólogo estadounidense David Rosenhan publicó en 1973 un artículo en la revista científica Science que generó una gran controversia sobre los centros psiquiátricos. Su trabajo, titulado Sobre estar cuerdo en sitios de locos, contenía las conclusiones de un experimento que realizó entre 1969 y 1972.
El estudio constó de dos fases, en la primer fase el propio Rosenhan y siete colaboradores simularon alucinaciones auditivas. Las personas, todas sanas, tenían como objetivo ser admitidas en diferentes centros psiquiátricos de Estados Unidos.
Usando identidades falsas, reportaron tener el mismo síntoma: dijeron que escuchaban una voz que decía una de tres palabras: “golpe”, “vacío” o “hueco”. Todos fueron admitidos y diagnosticados con desórdenes psiquiátricos aunque no tenían historia de enfermedad mental anterior.
Después de la admisión los “falsos pacientes” conversaron con el equipo médico y afirmaron que no habían experimentado más alucinaciones y se sentían bien. Asombrosamente, el equipo médico solo detectó a un “falso paciente”, mientras que el resto pasó días internados, pues se les seguían achacando síntomas de enfermedad mental.
Rosenham tuvo una de las internaciones más largas: a pesar de que les dijo a sus médicos que ya se sentía mejor y que quería irse, lo retuvieron durante 52 días. El psicólogo también denunció el maltrato y la negligencia que recibieron él y el resto de los voluntarios de parte del personal del psiquiátrico.
La Segunda Fase
Cuando se llevó a cabo esta segunda fase ya se conocían los resultados de la investigación anterior. Rosenhan se proponía ingresar pacientes sanos a hospitales psiquiátricos, pero esta vez les está avisando que esto ocurriría en los próximos 3 meses.
Muchos psiquiatras se mostraran dispuestos a participar presuponiendo que ellos no se equivocarían en detectar las personas sanas de las enfermas.
De un total de 193 pacientes, 41 fueron considerados impostores y 42 más fueron etiquetados “bajo sospecha”. Realmente Rosenhan no había enviado a ningún supuesto paciente por lo cual, todos aquellos casos eran reales.
Conclusiones
Con este experimento se puede verificar como el entorno y el contexto histórico y social configuran nuestra visión del mundo. En este caso, los psiquiatras y el resto del equipo médico realizaron presunciones que eran habituales en sus vidas cotidianas.
Este mismo hecho es generalizable en cualquier otro contexto y condición, formamos parte de una cultura, religión, etnia, grupo social, etc. Nuestros comportamientos son productos del entendimiento que podemos hacer según nuestras propias teorías y prejuicios.