Teoría de la identidad social y el paradigma del grupo mínimo

La teoría de la identidad social y el paradigma del grupo mínimo muestran por qué las personas necesitan pocas excusas para comenzar a agruparse y discriminar. Esta teoría ayuda a explicar por qué el comportamiento de las personas en grupos puede ser fascinante y peligroso al mismo tiempo.

Las personas obtienen parte de sí mismos de los grupos a los que pertenecen y eso está en el corazón de la teoría de la identidad social. Explica por qué tan pronto como los humanos se agrupan en grupos, comenzamos a hacer cosas extrañas: copiar a otros miembros de nuestro grupo, favorecer a los miembros de nuestro propio grupo sobre otros, buscar un líder para adorar y luchar contra otros grupos.

El Experimento de Tajfel: El Paradigma del Grupo Mínimo

A partir de este experimento y otros similares, Henry Tajfel desarrolló la teoría de la identidad social. Tajfel y sus colegas idearon una solución ingeniosa para probar su idea, que se conoce como el paradigma del grupo mínimo.

Los participantes, que eran niños de 14 y 15 años, fueron llevados al laboratorio y se les mostraron diapositivas de pinturas de Klee y Kandinsky. Se les dijo que sus preferencias por las pinturas determinarían a cuál de los dos grupos se unirían.

Por supuesto, esta fue una mentira diseñada para establecer la idea de “nosotros” y “ellos” en sus mentes. Los experimentadores querían dos grupos de niños sin la menor idea de quién estaba también en su propio grupo o qué significaba la agrupación o qué tenían que perder o ganar.

Después de esta configuración, los niños fueron llevados a un cubículo, uno a la vez. Luego se le pidió a cada uno que distribuyera dinero virtual a los otros miembros de ambos grupos.

La única información que tenían sobre a quién se lo estaban dando era un número de código para cada niño y la membresía del grupo de ese niño. Había una serie de reglas para la distribución del dinero que estaban diseñadas para descifrar a quién favorecían los chicos: su propio grupo o el otro grupo.

Las reglas se cambiaron ligeramente en diferentes ensayos para que fuera posible probar una serie de teorías.

Hallazgos de el Experimento

Por la forma en que se distribuyó el dinero virtual, los niños demostraron comportamiento clásicos de pertenencia a un grupo predichos por la teoría de la identidad social: favorecieron a su propio grupo sobre el otro grupo externo.

Y este patrón se desarrolló consistentemente a lo largo de muchos ensayos y posteriormente se ha replicado en otros experimentos en los que los grupos eran, si puedes creerlo, aún más mínimos.

Recuerde, los niños no tenían idea de quién estaba en su grupo ‘con ellos’ o quién estaba en el otro grupo. Pero, el aspecto más desconcertante de este experimento es que los chicos no tenían nada que ganar favoreciendo a su propio grupo; no parecía haber nada en juego en sus decisiones.