El Dilema del Tren es un experimento mental en ética
Ideado por la filósofa británica Philippa Foot, el dilema del tren nos plantea una situación que pone a prueba nuestra ética. Debemos tomar la siguiente decisión: dejar que un tren atropelle y mate a 5 personas o intervenir para que pase por encima a otra persona y salvar a los 5.
Te dejamos la descripción del problema para que lo analices y tomes una decisión:
Un tranvía corre fuera de control por una vía. En su camino se hallan cinco personas atadas a la vía por un filósofo malvado. Afortunadamente, es posible accionar un botón que encaminará al tranvía por una vía diferente, por desgracia, hay otra persona atada a ésta. ¿Debería pulsarse el botón?
¿Ya decidiste que harías?, la mayoría de los que consideran este problema creen que está permitido accionar el interruptor. Sienten que no sólo es una acción permitida sino también la mejor opción moral justificada además por un cálculo utilitarísta.
El dilema del tren puesto a prueba en un escenario virtual
Un equipo de investigadores en la Universidad del Estado de Michigan elaboró un escenario virtual del dilema. Los investigadores utilizaron 147 voluntarios que debían elegir si desviar el tren o no.
El resultado de este estudio fue que la mayoría de los participantes del experimento prefirieron sacrificar a una persona para salvar a cinco. De los 147 participantes, 133 (90,6%) oprimieron el botón para redirigir el tren, mientras que 14 no lo hicieron.
En un comunicado de prensa de la universidad el investigador y psicólogo Carlos David Navarrete detalló “lo que hallamos es que el mandamiento de ‘no matarás’ puede ser superado cuando se toma en cuenta el bien común“.
El dilema y una variante
Judith Jarvis Thomson propone una variante para averiguar como actuarían las personas con una modificación significativa en el dilema:
“Como antes, un tranvía descontrolado se dirige hacia cinco personas. El sujeto se sitúa en un puente sobre la vía y podría detener el paso del tren lanzando un gran peso delante del mismo. Mientras esto sucede, al lado del sujeto sólo se halla un hombre muy gordo; de este modo, la única manera de parar el tren es empujar al hombre gordo desde el puente hacia la vía, acabando con su vida para salvar otras cinco. ¿Qué debe hacer el sujeto?”
Se evidencia una gran resistencia a empujar a una persona para detener el tren, pese a que la gran mayoría, en el primer dilema, optase por sacrificar a uno en favor de los otros cinco.
Este dilema se ha planteado en el Test de Sentido Moral de la Universidad de Harvard, al que han contestado más de 200.000 personas. Según recoge David Edmonds en su libro Would You Kill The Fat Man?, el 90% de las personas que han contestado a este test accionaría la palanca, pero el 90% se niega a empujar al “hombre gordo”.
Lo que siempre me he preguntado es por qué he de empujar a otro como requisito para salvar a cinco personas. Por qué no saltó yo mismo sobre la vía. Sería suicida, pero también el más alto grado de altruismo.