El Efecto de Sobrejustificación

El Efecto de Sobrejustificación
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El Efecto de Sobrejustificación, la Disminución de la Motivación Intrínsica

El Efecto de sobrejustificación sucede cuando una motivación externa esperada disminuye la motivación intrínseca para realizar una tarea. Esto significa que la motivación previa que poseía una persona se ve afectada por un incentivo externo.

La motivación intrínsica es aquella que se posee para realizar una determinada actividad, mientras que la motivación extrínsica es un incentivo externo. Ambas motivaciones impulsan a las personas a realizar una determinada tarea.

Entonces, cuando se realiza una actividad hay dos tipos de motivaciones: intrínseca y extrínseca. Puede presentarse de manera simultanea o no, y cuando están presentes las dos, una puede preponderar sobre la otra.

En 1973 los investigadores Mark Lepper, David Greene y Richard Nisbett llevaron a cabo un experimento sencillo con niños y niñas de 3 a 5 años.

Experimento Efecto de Sobrejustificación

El experimento y la hipótesis

Descubrieron que a los niños y niñas de una escuela de educación inicial les gustaba mucho dibujar y pintar con unos marcadores de colores. La motivación que poseían al usar los marcadores era intrínsica.

Los investigadores plantearon la hipótesis de que al introducir una recompensa por utilizar los marcadores, los niños y niñas reducirían su interés intrínseco.

Organizaron tres grupos de niños y niñas y les propusieron realizar las mismas actividades. En dos grupos introdujeron una variable mientras que el otro grupo se usó como control.

Los grupos quedaron conformados de la siguiente manera:

  1. Recompensa Esperada. Se les prometió que si participaban en la actividad de dibujar con los marcadores recibirían un diploma de “Buen Jugador” (Good Player Award).
  2. Recompensa Inesperada. No se les dijo nada, sin embargo al concluir la actividad recibirían también un diploma de “Buen Jugador”.
  3. Sin Recompensa. No se les dijo nada y tampoco se le otorgaron diplomas al finalizar la actividad. Este grupo actuó como grupo control.

Luego de finalizar las pruebas los investigadores dejaron pasar una semana antes de volver a la escuela y observar el comportamiento de los niños y niñas. En esta etapa final del experimento querían comprobar cuánto tiempo le dedicaban a utilizar los marcadores sin la intervención de un adulto.

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De esta manera podían comprobar si su interés intrínseco había sufrido alguna modificación en comparación a los días anteriores del inicio de la investigación.

Resultados y confirmación de la hipótesis

La hipótesis de los investigadores se confirmó porque comprobaron que el grupo de recompensa esperada jugaban menos tiempo con los marcadores. Los niños y niñas habían perdido notablemente su interés en sus actividades desde la presentación de las recompensas.

Sin embargo, no hubo ningún cambio en el interés del grupo que recibió la recompensa de forma inesperada, ya que estos niños y niñas no supieron de la existencia de la recompensa hasta que terminó la actividad, por lo que su comportamiento fue atribuido al disfrute de la actividad.

De la misma manera, los que nunca recibieron ninguna recompensa tampoco mostraron ningún cambio o disminución de interés como resultado.

Conclusiones

Lepper, Greene y Nisbett llegaron a la conclusión de que las recompensas esperadas debilitan la motivación intrínseca de las personas en actividades que antes disfrutaban o valían la pena.

En ocasiones solemos leer o escuchar en los medios que, por ejemplo, un artista manifiesta que disfrutaba de su actividad cuando lo hacía por hobby. Qué desde el momento en que empezó a ganar dinero ya no disfruta lo que hace y no le gusta sus obras.

El experimento demostró que es muy probable que el interés intrínsico de una persona en una actividad disminuya si se lo induce a participar de la actividad como un medio explícito para lograr algún objetivo extrínseco.

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