La Retroalimentación Facial: Sonreír Te Hace Más Feliz
Con el objetivo de demostrar que las expresiones faciales desencadenan reacciones emocionales, en 1988, Fritz Strack y sus colegas publicaron uno de los estudios más maravillosos de la psicología social. La retroalimentación facial supone que las expresiones del rostro despiertan emociones aún cuando las personas no saben que están haciendo esa expresión.
En el experimento se les preguntó a los y las participantes qué tan divertidos pensaban que eran algunos dibujos animados. Mientras miraban las caricaturas, algunas personas sostenían un bolígrafo entre los dientes sin que tocara sus labios, otras sostenían un bolígrafo en sus labios sin permitir que tocara sus dientes.
Si intentas esto frente a un espejo, verás que cuando sostienes un bolígrafo en tus labios pareces vagamente como si estuvieras frunciendo el ceño; cuando lo sostienes con los dientes estás sonriendo.
Las personas con un bolígrafo entre los labios pensaron que las caricaturas eran menos divertidas que aquellas personas que tenían un bolígrafo entre los dientes. Simplemente contraer los mismos músculos que cuando nos divertimos o no, cambia la forma en que percibimos las cosas.
En 2016 se replico el experimento, se puso a prueba en 17 laboratorios de todo el mundo, unos 2.000 voluntarios y voluntarias sostenían bolígrafos entre los labios y entre los dientes. Los investigadores tomaron notas, grabaron en video a los sujetos y enviaron sus resultados a la sede central para su análisis.
Fue un completo fracaso. No hubo una diferencia de 0,8 en una escala de calificación de 0 a 9, como había descubierto originalmente Strack. Ni siquiera hubo una diferencia de 0.1.
El Efecto de Participación en la Investigación
Quizás las caricaturas habían pasado un poco de moda; tal vez nuestra reacción a las imágenes divertidas haya cambiado en la era de los memes de Internet. El mismo Strack se preguntó si la cámara de video, colocada en la habitación para aumentar el rigor de la replicación, estaba afectando el resultado.
Para descartar esto, los investigadores volvieron a realizar el experimento, con y sin una cámara de video en su lugar. Strack tenía razón, cuando los participantes sabían que estaban siendo filmados, parece que tenían cierta sensibilidad por la apariencia.
La psicología social es un campo fascinante porque muestra que manipulaciones relativamente pequeñas tienen efectos profundos en nuestro comportamiento. Uno de los efectos es el conocido como el Efecto de Participación en la Investigación.