Sesgo de Confirmación

Sesgo de Confirmación
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Confirmar nuestras creencias por el sesgo de confirmación

El sesgo de confirmación es la tendencia a favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma las propias creencias o hipótesis. Las personas muestran esta tendencia cuando reúnen o recuerdan información de manera selectiva, o cuando la interpretan sesgadamente.

Consideramos que nuestras opiniones son racionales, lógicas y objetivas, pero lo cierto es que muchas de nuestras ideas a menudo se basan en el hecho de que prestamos atención de forma selectiva a la información que verdaderamente defiende nuestras ideas. Se trata de un tipo de sesgo cognitivo, ignoramos inconscientemente aquella parte de la información que no comulga con nosotros.

Un sesgo cognitivo es un efecto psicológico que produce una desviación en el procesamiento mental, lo que lleva a una distorsión, juicio inexacto o interpretación ilógica. Se da sobre la base de la interpretación de la información disponible, aunque los datos no sean lógicos o no estén relacionados entre si.

Es así como tendemos de forma natural a buscar información que confirme nuestras creencias existentes. Por lo tanto, interpretamos más positivamente aquellos hechos que básicamente respalden nuestras opiniones previas.

Consecuencias del sesgo de confirmación

Cuando decimos “vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oír” estamos dando a entender que percibimos la realidad como queremos nosotros. Es que este tipo de sesgo nos impide percibir las situaciones de manera objetiva.

Si no somos conscientes de este fenómeno podemos tomar decisiones o elecciones deficientes y creer que son las mejores o únicas alternativas. Además podemos valorar de manera positiva y en diferentes aspectos a personas que tienen las mismas creencias y valores que nosotros.

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Resulta muy difícil evitar esta tendencia natural, aún cuando sabemos que este fenómeno moldea nuestra percepción. Por lo tanto, hay que prestar mucha atención a algunas de nuestras conductas:

  • Vemos y escuchamos únicamente lo que queremos, aquello que confirma que realmente tenemos razón.
  • Buscamos la información en medios que son afines a nuestras creencias, tratando así de encontrar aquello que confirme lo que ya pensamos.
  • Formamos un juicio previo antes de conocer, con los prejuicios confirmamos nuestras irracionales ideas.
  • Solemos recordar los datos del pasado que más nos convienen, los que benefician de alguna forma nuestras historias y ratifican las elecciones que hacemos.
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